lunes, 23 de marzo de 2015

Andalucía, inicio del cambio

Las candentes elecciones andaluzas no han dejado indiferente a nadie. Los resultados han sorprendido a más de uno, tanto para bien como para mal. Los datos  le duela a quien le duela anuncian que el descontento generalizado fraguado hace ya unos años en el 15-M está tomando forma (quizás con un ritmo más lento del esperado) y ya es una clara oposición al sistema 'bipartidista' que durante tantos años ha alternado a PP y PSOE en el gobierno (andaluz y nacional).

Las portadas de los principales diarios en papel de este país siguen la misma línea: Susana Díaz salva un importante matchball a favor de su partido. Una victoria celebrada con gran entusiasmo en la sede andaluza del PSOE pero que quizás ha hecho temblar algunos cimientos de Ferraz. La que en principio va a ser presidenta de la Junta de Andalucía durante los próximos cuatro años tiene una labor muy difícil de llevar a cabo, cumplir lo prometido. Y es que han sido muchas las propuestas vitoreadas por la lideresa andaluza durante el período de campaña: una oficina anticorrupción, reducir de la enorme tasa de paro (cerca del 35%, 10 puntos más que la media nacional), ofrecer mayor transparencia en las instituciones, mantener el sistema de becas (que no mejorar o aumentar), rebajar entre 2 y 3,5 puntos del IRPF a las clases medias y trabajadoras o desarrollar una renta básica con mayores prestaciones.


Propuestas en el aire


Unas medidas que a primera vista aceptaría cualquiera con cierto sentido común, que pueden servir para arreglar ciertos aspectos de un país en un determinado momento. Sin embargo el problema es la emergencia social en la que está sumida gran parte de Andalucía (y de España). Los desahucios, los cortes de luz y agua, las continuas idas y venidas de familiares al extranjero porque no encuentran trabajo, la resistencia de muchas familias subsistiendo con la pensión de sus abuelos, el estancamiento del sistema agrícola, la subida de las tasas universitarias (faltan muchos más, pero la lista sería interminable). Verdaderos problemas que afectan al día a día de los andaluces y que ningún gobierno anterior ha sido capaz de ponerle remedio. Se acercará el PSOE a los andaluces y les preguntará: ¿cuál es el problema? ¿cómo lo arreglamos?. Los más de treinta años anteriores nos dicen que no.


¿La presidenta de los andaluces?


Ayer ganó Susana Díaz pero a muchos se les olvida que solo votó un 64% de todos los andaluces llamados a las urnas, dentro de ese porcentaje solo algo más de 1.400.000 votos fueron destinados al partido que va a gobernar a todos los andaluces durante los próximos cuatro años. Para que a nadie se le olvide, Andalucía la componen más de 8 millones de personas.


La enorme abstención nos deja clara una cosa, la gente no quiere este sistema político. La gente no quiere seguir viviendo igual. La gente quiere un cambio en sus vidas. La mayoría de los partidos políticos son incapaces de conectar con la gente y sus problemas, y no ven más allá de sus banderas. En los próximos días la señora Susana Díaz será investida como presidente de la Junta de Andalucía, pero no de los andaluces.


Carlos Saura / @CarlosSC14

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